ME CASÉ CON UNO "PEOR" QUE YO

Quizás el titulo de esta entrada asuste, pero no tendría por qué, aunque la verdad si debo confesar que me casé con un hombre peor que yo: un psicorigido con un "TOC" con el orden. Lo resumiré en pocas palabras para quienes me conocen: en comparación con Sebastián, yo soy desordenada.
Si mis hermanas leen las frases anteriores seguro dirán: "pobrecitos sus hijos"(cuando tengan); pero qué hacemos si como dice el dicho "Dios los hace y ellos se juntan". Hoy hablaré de un día normal, un día de semana, un día de trabajo, un festivo, un sábado o un domingo. Es decir, lo que voy a contar puede pasar un día cualquiera.
Cuando salgo de la habitación generalmente Sebastián ya ha barrido, trapeado, limpiado, preparado café, lavado platos, ropa y tenis, y si me descuido también ha tendido la cama. No importa si son las 6 o 7 de la mañana, a esa hora también ha cambiado la distribución de la sala unas 2 veces (y generalmente la ha dejado igual que la noche anterior).
Lo siguiente "parece chiste, pero es anécdota": en 10 días se gastó la cantidad de productos de aseo que en una casa de 200 mts construidos dura 15 días, y bueno, nosotros vivimos en un apartamento pequeño: 1 tarro de ambientador, 1 lt de liquido para pisos, 1 ltd de desinfectante, y así podría seguir. ¿Qué hago yo? aprendo y ayudo, le enseño a reciclar, reorganizo la distribución de la sala (porque a él le gustan los muebles de lado y a mí derechos ja ja ja). ¿Problema? Ninguno, bueno, a veces que nos gusta organizar diferente y a veces, me siento mal porque él hace más cosas de la casa que yo (ah.. pero yo me aguanto el malestar y me dejo atender). En conclusión, ya nos conocemos muchos pero estamos aprendiendo el uno del otro para construir bases solidas de una relación que es posible porque juntos somos un equipo.