IMPOTENTEMENTE ENAMORADA
13.05.2020
Pensaba que era fría y seca, nada me caracterizaba más que el fuerte carácter que dominaba mi cuerpo; aquel que me hacía a veces odiada o amada, pero siempre única. Era una persona fuerte y emocional, como una tortuga invencible con su caparazón y así fue como crecí, año tras año, hasta que me enamoré.
Me enamoré y perdí mi objetividad, perdí mi fuerza y el carácter que siempre me identifico ¿gané? No sé, habría que definir primero la palabra ganar, puede llegar a ser muy ambigua si te pones a pensar. Quizás soñé que mi cuento de hadas se haría realidad pero sin darme cuenta tal vez esta historia no tendría el mismo final.
Febrero, 2018.
Martina.