FIN
14.05.2020
Si hubiera sabido que sería el final, hubiera sido el beso más largo que pudiera evocar.
No puedo recordar con claridad la última vez que nuestros corazones se juntaron en un cálido abrazo, en realidad si recuerdo el último abrazo, pero duele afirmar que las últimas veces que tuvimos contacto con seguridad nuestros corazones no se acercaron.
Sentada bajo la lluvia anhelo su cuerpo, lo anhelo porque quiero recostarme en su pecho en un domingo de invierno.
Mirar sus ojos y perderme en ellos, nadar en su alma y en sus pensamientos aún es mi sueño.
Si hubiera sabido que sería el último beso que me daría, no hubiera terminado jamás, lo hubiera acariciado con mi cuerpo y alma en la eternidad.
Febrero, 2019.
Martina.