AMOR
¡Oh el amor! Desde hace un par de días he tenido la idea de escribir sobre el amor, me he sentado varias noches frente al ordenador, he tomado un lápiz y un papel, pero no he logrado más que llegar a la misma conclusión: Tenemos una idea errada del amor... Pero ¿Qué es el amor? Existe acaso solo una forma de definir un sentimiento tan impreciso e ideal, solo una definición para esta abstracta emoción, solo una forma de expresar aquello que sentimos. Yo me atrevería a decir que no, que existen diferentes tipos de amor, y por tanto diferentes acepciones del amor.
Existe entonces, el amor de padres e hijos, el amor de amigos, el mal denominado amor "platónico", el "amor al prójimo" y por último el amor de pareja, aquel que se transforma y evoluciona con cada ciclo. Esto no lo he sacado de ninguna enciclopedia, es sencillamente lo pienso, pero, aun así, sigo sin comprenderlo.
Si le preguntas a un niño ¿Qué es el amor? Seguro evadirá la pregunta, o dirá que nunca se ha enamorado, tal vez diga que no se enamorará nunca y no quiere besar a nadie; otros tal vez manifiesten sentirse atraídos y "mariposas adentro de ellos", pero tampoco te dirán lo que significa el amor.
Para los griegos, existen 4 matices del amor, el Eros, el Storgé, el Philia y el Ágape. El Ágape es el denominado "amor divino", aquel que se siente por un Dios o cualquier manifestación de deidad; el Philia es el amor hacía los demás, hacía el prójimo; el Storgé es el amor filial y por último tenemos el Eros, aquel amor que deseoso, intenso y eventualmente carnal. Dejo el eros para el final, porque este es el amor intenso que tratamos de entender y describir, pero muchas veces, solo podemos sentirlo.
¿Acaso será el amor una decisión? Tal vez, para nuestros ancestros lo era. O ¿será acaso el amor una casualidad que nos atrapa cuando menos pensamos y caemos en él? Quizás, pues muchos afirman que no eligen de quien se enamoran, y yo agregaría que más bien no se elige la persona a la que se atrae o se admira, pero para acercar esta emoción a un sentimiento llamado amor, es probable que necesitemos tomar una decisión. No obstante, creo que ni el lector de este texto ni yo podríamos definirlo, por una razón muy sencilla, todos experimentamos el amor y el eros de una manera diferente, única e individual.
Hay algo que creía cierto hasta hace un tiempo, y era que el eros partía del deseo carnal y sexual, obviamente no visto desde el morbo, sino desde la belleza humana, de la conexión que existe entre dos seres humanos que se desean el uno al otro, de poseerlo, de hacerlo suyo. Pero, no.
Hace unos días, leí un pequeño fragmento de un libro de Marcel Proust a cerca del amor, y me gustó, aunque no niego que al principio me costó un poco comprenderlo; y cómo no, se refería al amor como una admiración y no como un deseo sexual, pero estoy segura de que se refería al amor de pareja, porque afirmaba (con mucha razón) que con el paso de los años, un hombre podría amar a una mujer, y sentirse satisfecho solo con el hecho de admirar y sentir su presencia. Recalco además que él también afirmaba que se amaba lo que no se podía poseer, lo que no sé, es si ese amor conlleva a un deseo de posesión o se limita a la admiración, al placer de sentir sin tocar, de admirar una belleza externa o interna, de sentir una presencia, de conocerse como el dueño de un corazón que no se posee, pero ¿sólo un corazón?
Bien, existe otro concepto relacionado al eros, que solemos confundir con el amor: el apego. Parto de la pregunta ¿Es necesario sufrir cuando se ama? Cioran afirma que debe ser así, pero tal vez yo no me encuentre de acuerdo con él, porque parto del ideal de encontrar la felicidad en el amor y por eso vuelvo al párrafo anterior, se es feliz con observar. Entonces, si sufrimos cuando amamos, es porque no amamos, sino que nos apegamos, nos sentimos "plenos" porque estamos acompañados, pues contemporáneamente se define el amor como una construcción social, de una necesidad humana de amar y más que de amar, de no sentirse solo.
Me sigue pareciendo un poco (o muy) confuso el concepto que le hemos dado al amor, o bueno más bien, el concepto que diferentes personajes le han dado al amor, en conclusión, no hay conclusión. No se puede pretender definir el amor, no se puede interpretar, solo sentir, aunque no seamos conscientes de lo que sucede en nosotros cuando nos enamoramos... Como diría el abogado Carlos Jaramillo Q.E.P.D., "El amor es un estado de inimputabilidad transitorio, con tendencia a la permanencia".
Marzo, 2018.
Martina ♥
