#11: EL DESPERTAR DE LA HUMANIDAD
Por primera vez en la historia de la humanidad, la solidaridad se había propagado más rápido que un virus. Como si hubiese culminado una guerra, en las ventanas y balcones de todo el mundo, se asomaban pañuelos, prendas y sábanas blancas, como símbolo de gratitud, esperanza y libertad.
Las personas aplaudían y en casa nos abrazábamos los unos a los otros, todos llorábamos y bailábamos de alegría. La esperanza y la solidaridad que había devuelto la cura habría sobrepasado todos los límites fronterizos, políticos, ideológicos y religiosos.
Fue un renacer para el planeta Tierra. Los canales de Venecia habían sido habitados nuevamente por cisnes, los venados visitaban las ciudades, los delfines saludaban con sus cantos desde el mar de Cartagena, el rio Medellín estaba claro y en las grandes urbes se podía respirar aire fresco.
Después de 2 meses y medio de cuarentena, los humanos comprendimos que éramos desde hace muchos años el verdadero virus y que todo lo vivido había sido necesario para la preservación de la especie y el planeta. Y justo en ese momento cuando despertamos, nos enfrentaríamos como humanos a un nuevo reto, unirnos como especie para preservar el medio ambiente.
