24 HORAS PARA LA BODA
Luego de tener la mejor despedida de soltera que alguien pueda pedir, por parte de mis mejores amigas. Lo cual es otra historia pero que puedo concluir que fueron 4 días de alegría y tranquilidad; llegaron días abrumadores y estresantes. En dos días tenia que dejar todo mi trabajo listo y entregar el cargo a la persona que se encargaría de mis labores esta semana, lo anterior sumado a los inconvenientes diarios de la empresa, los preparativos sin culminar, y por supuesto el miedo de que el vestido no me sirviese, pues la alimentación en las últimas semanas no había sido la mejor, había dejado de hacer ejercicio y había consumido licor.
Faltaban unas 48 horas para la boda, sentía un "poco" de estrés y ansiedad. Realmente no tenía miedo por el matrimonio como tal, sin embargo, la mente me estaba pasando una mala jugada. La última semana tuve todo tipo de pesadillas relacionadas con el evento: que no me servía el vestido, que me daba Covid, que llegaba a la iglesia sin las uñas arregladas, que me había fracturado un pie, etc. Como dije, no me sentía nerviosa por el matrimonio como tal, la seguridad y el amor de la celebración me hacían encontrar un poco de paz en medio de tanto caos.

